Los circuitos extrainstitucionales del poder

Marco Moreno fotoDr. Marco Moreno
Académico Escuela de Gobierno y Comunicaciones, U.Central

Impacto en la opinión pública han tenido los hechos dados a conocer por el Ministerio Público a propósito de una investigación que lleva adelante la fiscalía y que terminaron con la renuncia y formalización del ex director de la PDI. Sin embargo, lo que estamos observando en este caso son los síntomas de una enfermedad. Pensar en la acción terapéutica es necesario remitirnos a las causas para no equivocar el remedio para la enfermedad.

Lo que hemos visto son en los últimos días corresponde a la punta del iceberg. En la base lo que debemos observar es la captura del Estado por los circuitos no formales del poder. Nuestra democracia viene mostrando la persistencia de los que Antonio Cortés Terzi llamo “El circuito extrainstitucional del poder”. Estos son una serie de prácticas, fenómenos y estructuras que operan en paralelo a la institucionalidad democrática. La constatación de Cortés Terzi tenía que ver con que los mecanismos formales para la toma de decisiones públicas son sorteados cuando no remplazados por redes informales o circuitos «extrainstitucionales» que se dan en un marco de opacidad y en los cuales se toman en definitiva las decisiones relevantes del país.

Estos circuitos operan cuando determinadas élites políticas, económicas y/o sociales actúan sin necesariamente violar de modo ostensible la ley y terminan ejerciendo una influencia o control determinante en los poderes del Estado y en el contenido de medidas o políticas públicas que le son de su interés.

Diversas investigaciones periodistas y, aunque con mayor rezago las investigaciones judiciales, muestran algunos nombres que se repiten como los del abogado Luis Hermosilla o el empresario Julio Ponce Lerou quienes en el imaginario colectivo asociamos con los circuitos extrainstitucionales del poder.

Luis Hermosilla era hasta ante del escándalo político del caso audios el más influyente penalista de la plaza. Con conexiones transversales con la elite del poder y empresarial había tejido una amplia red de influencias. Sus numerosos clientes eran los nexos con la elite. La investigación por soborno y pago de coimas en el SII y CMF destapo ahora vínculos del abogado ya no solo con actores políticos, medios de comunicación y empresarios, sino que también con un ex Director de la PDI quien debió renunciar a su cargo y está siendo procesado por revelación de secreto en causas que investiga el Ministerio Público. A quien se benefició con la información filtrada fue al abogado Hermosilla y sus clientes. De este modo la exautoridad policial aparece como parte de una red del otrora poderoso abogado que se jactaba de su cercanía con la elite del poder.

Otro poderoso tejedor de redes informales es Julio Ponce Lerou. Fue por más de dos décadas accionista controlador y presidente del directorio de la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM o Soquimich). En ese rol, se vio involucrado en casos de delitos tributarios y corrupción en temas de financiamiento irregular de la política.

Su nombre representa para muchos una suerte de epitome de cómo operan los circuitos extrainstitucionales del poder. La crítica de lideres del FA y el PC (varios de estos hoy en funciones de gobierno) por las prácticas de Ponce Lerou son públicas. Paradójicamente hoy es el principal aliado de Codelco para la explotación del litio de conformidad al acuerdo preliminar que se dio a conocer en diciembre de 2023 entre Codelco y SQM destinado a establecer una alianza publico privada para la explotación del litio.

Este acuerdo preliminar parece haber sido una salida intermedia que permitió mostrar un avance en el tema de la modalidad elegida para la explotación del litio, pero que evidenció las dificultades de alcanzar el acuerdo completo en un plazo tan breve como el autoimpuesto por Máximo Pacheco presidente del directorio de la cuprífera estatal.

La jugada de SQM ha obligado a exponer al Presidente Boric a dar a conocer este compromiso por cadena nacional, generándose la falsa idea de que una demora en el cierre de este complejo

acuerdo implicaría un fracaso de la estrategia gubernamental o del acuerdo en sí mismo. El contrasentido es que El Gobierno piensa que negocia con SQM, cuando en realidad negocia solo con los representantes de Ponce Lerou. En este escenario, de concretarse el acuerdo en el plazo comprometido por Pacheco del 31 de marzo próximo, este se efectuará en la más absoluta opacidad, y sin la participación de los demás accionistas de la empresa, entre los cuales se encuentran también fondos de pensiones. Todo a espalda de los chilenos.

¿Que une a Hermosilla y Ponce Lerou en clave de los círculos no formales del poder? El elemento común a estos actores es el intento por obtener beneficios por parte del Estado y el ambiente de opacidad en que su movimientos y redes operan.

Los actos de corrupción dados a conocer en los últimos años en Chile junto con la evidencia de una serie de ilícitos están dando cuenta del espacio y peso que han ido ganado las instituciones informales en la política chilena. Estas están amenazando y erosionado el efecto de las formales.

Una de lecciones que nos dejan las prácticas vinculadas con el peso de los circuitos extrainstitucionales del poder es que debemos mejorar la institucionalidad del sector público para evitar la «captura del Estado» por grupos de interés o corporativos. Esta tarea está aún pendiente.