Ubicado en el sector de Tierras Blancas, comuna de Coquimbo, el emblemático establecimiento comenzó a funcionar en 1975.
Con una emotiva ceremonia que reunió a ex funcionarias, ex párvulos, familias y representantes de la comunidad, el jardín infantil “Pillín” celebró sus 50 años de vida, destacando su trayectoria como un espacio formador de generaciones y promotor de la identidad cultural local.
Iniciado en 1975, el establecimiento administrado por la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) se ha consolidado como una unidad educativa emblemática en la comuna de Coquimbo, transformándose en un referente en la entrega de una educación parvularia de calidad, inclusiva y con pertinencia cultural, centrada en el bienestar y desarrollo integral de niños y niñas.
La jornada estuvo marcada por el reconocimiento a las educadoras y funcionarias que a lo largo del tiempo han contribuido a construir la historia del jardín, así como a ex párvulos y familias que formaron parte de esta comunidad educativa. En la ocasión, se presentaron muestras artísticas y expresiones culturales que reflejaron el sello educativo intercultural que distingue al establecimiento, el cual valora y promueve el aporte de los pueblos originarios al desarrollo educativo y social.
“Durante estas cinco décadas el “Pillín” ha entregado a la comunidad coquimbana una educación basada en el respeto, la diversidad y la identidad cultural. Su sello intercultural no solo enriquece el proceso educativo, sino que fortalece el sentido de pertenencia y valoración de nuestras raíces”, señaló el director regional de JUNJI, Marco Antonio Ávila.
Por su parte, la directora del jardín infantil, Jhoana Rojas, destacó que la historia del establecimiento “está construida con el compromiso de muchas generaciones de educadoras y familias que han creído en la educación parvularia como el primer paso para una sociedad más justa y con oportunidades para todos”.
Esta instancia no solo conmemoró medio siglo de existencia del jardín, sino también reafirmó su vocación pública, inclusiva y culturalmente significativa, reafirmando el rol de JUNJI en garantizar una educación de calidad desde la primera infancia, con pertinencia local y comunitaria.
Cabe destacar que esta unidad educativa vivió un importante proceso de renovación de su infraestructura, que permitió dotarlo de espacios más amplios, seguros y modernos para el aprendizaje de niños y niñas. Tras las obras de reposición total, la unidad educativa retomó su funcionamiento en 2021, ofreciendo a la comunidad coquimbana un entorno completamente nuevo, con salas luminosas, patios de exploración y áreas especialmente diseñadas para atender a 84 niños y niñas en cuatro niveles educativos.

Deja un comentario